Como superar la "maletofobia"
Cuando tu vida tiene que caber en 50l y 15kg
Si es importante elegir dónde vamos... Igual de importante es seleccionar qué llevamos con nosotros.
Cuando compramos el billete, en esa vorágine de hormonas de la felicidad cuando pulsamos "comprar ahora" se nos diluye la responsabilidad de cerciorarnos de los servicios que nos ofrece la compañía. Muy importante mirar antes cuanto equipaje nos permite llevar, en bultos y en kilogramos, para evitarnos un disgusto de X€ en la cola de embarque.
Si ya sabemos cuánto tiene que medir y pesar nuestro equipaje, hay que elegir el continente y el contenido de manera coherente. Si vamos a zonas de selva, un equipaje rodado no es la mejor opción. Si vamos en época de lluvias, quizás una bolsa de tela no sea la opción más seca. Adecuar el equipaje a nuestra zona de trabajo, sistemas de movilidad y clima es primordial. También estimar cuanto equipaje prevemos. Viajar en invierno a zonas de frío nos obligará a llevar un conteiner de barco antes que una mochila que podremos llenar de bañadores si nos vamos a las playas del trópico.
El siguiente paso es llenar esas dimensiones con cosas útiles. Hay miles de listas de equipajes para viajeros en internet, pero quizás no tan adaptadas al detalle para un veterinario en un PVD.
Para hacer la maleta siempre hay que tener una máxima: "menos es mas". Menos peso, menos cosas, menos qué perder u olvidar, más comodidad, más ligereza y más utilidad en lo que llevamos. Los "porsiacasos" tienen que restringirse a cosas muy elementales. No hay que escatimar en salud e higiene, sí en todo lo demás.
Mi recomendación, es sentarse con un café y una buena guía de viajes y, después de leer la sección de "Información Práctica" hacer una lista (si queréis ir un paso más allá, no hagáis solo una lista, hacer un cuaderno de viaje, que además de ser extremadamente útil, será un recuerdo alucinante después de vuestro viaje).
Pero hacer una única lista tan larga como los kilómetros que haremos en avión nos resultará frustrante y poco útil. Os recomiendo hacer sublistas temáticas, que nos permitan ordenar nuestras necesidades.
Los 5 aspectos básicos que tenéis que cubrir son:
- Botiquín personal: además de tratamientos habituales, pensad que no en todos los países se encuentran medicamentos con tanta facilidad como aquí. Os lo digo yo, que (cuña publicitaria) colaboro en el proyecto de Medicamentos Esenciales UCM, y la dificultad en el acceso a fármacos de primera necesidad es una dura realidad que se cobra millones de vidas todos los años, sobre todo en PVD. No va a ser vuestro caso, claro está! Pero no está de más llevar con nosotros todo lo que podamos necesitar. Desde analgésicos hasta antibióticos, pasando por antiparasitarios (sí, amigos, sí), antifúngicos, fármacos para tracto gastrointestinal, curas de heridas, etc. Por supuesto, si viajáis a una zona con malaria, los antipalúdicos deben viajar con vosotros.
- Aseo: en su significado más ortodoxo. No tanto productos de higiene personal como conocemos ahora, si no refiriéndonos a todo aquello que realmente nos permita estar lo más limpios posibles en un ambiente que hará todo lo posible por ensuciarnos. Poneros delante de esa estantería del baño llena de tarros y botes y pensar realmente qué necesitáis para estar limpios y sanos. Acondicionadores, bases, rímeles y mascarillas del mar muerto pueden quedarse en casa. En vuestro destino también existen beauty parlour donde ponernos resultones si la ocasión lo merece, y además es una experiencia ponerse en manos de un peluquero o esteticista local.
- Ropa: generalmente, muchos de los PVD, sobre todo del sudeste asiático, tiene una industria textil muy desarrollada. Es un ejercicio de responsabilidad llevar la menor cantidad de ropa posible, solo lo más necesario e irremplazable en el destino, y colaborar con la economía del país comprando allí todo lo que nos sea necesario. Esto no solo nos permite ahorrar a nosotros, incentiva la industria local y además nos permite integrarnos. Somos blancos y siempre lo seremos, pero muchas culturas valoran el uso de sus ropas tradicionales o, al menos, que adoptemos su estilo de vestir. Hablando de tradiciones, un atuendo adecuado y respetuoso nos facilitará la entrada a muchos lugares, en su mayoría sagrados o religiosos. Lo que para nosotros es un short supercool o una camiseta muy fresquita, para ellos puede ser un motivo para no dejarnos disfrutar de sus templos o para que nos traten de una manera diferente.
Algo a tener en cuenta son las tallas, que en cuestión de ropa interior puede ponernos difícil encontrar algo cómodo. También es importante la interfaz clima-atuendo. A todos nos gusta ponernos morenos, y a los mosquitos ponerse morados con nuestras pieles morenas. Tener un atuendo responsable con nuestra salud es vital y cubrir toda la superficie corporal en ocasiones es la única manera de combatir a los mosquitos vectores de enfermedades (muy graves!) por mucho Relec® que hayamos apuntado en la sublista de Aseo.
En cuanto al calzado, siempre estamos a tiempo de hacernos con unas chanclas, pero las botas y zapatillas de trekking deberían tener con nosotros una relación de amistad suficiente como para confiarles la salud de nuestros pies en condiciones de lluvia, nieve, terrenos escarpados y cientos de nuevos pasos.
Para trabajar, siempre recomiendo que llevéis una casaca de pijama. No solo por imagen, si no por higiene y comodidad. Recordad que a menor superficie expuesta, menos cancha le damos a pulgas y garrapatas para campar a sus anchas. Aunque sea complicado, la ropa de trabajo con animales debería ser solo utilizada con ellos y mantener un lavado al menos semanal (ahora parece que somos unos guarros y que no lavamos nunca… pero in situ encontrar una lavandería que no destroce la ropa, que no la deje talla XS o que no nos pierda prendas es una tarea compleja. Superar la pereza, lavad la ropa!)
- Informática: esto es tan personal, que no me atrevo a daros ninguna directriz, salvo que parte del viaje es darnos cuenta de lo afortunados que somos por todo lo que tenemos. Y más afortunados aún por poder disfrutar de lo que nos ofrece este viaje sin necesidad de ponerle filtros, hastags o expresarlo en 160 caracteres. Cierto es que soy la primera que busca desesperada un wiffi para dar señales de vida, actualizar el blog o colgar esa fotaza que acabo de hacer, pero estas experiencias no caben en una pantalla. Y disfrutar de esto es también una lección. Aunque, por lo que más queráis, llevaros una buena cámara! Todos querremos ver vuestro viaje en imágenes cuando volváis.
- Documentos: en la entrada anterior os he contado los papeles que tenéis que llevar. Ahora es el momento de sacar ese estudiante organizado y metódico que todo veterinario lleva dentro y construir una pequeña carpeta en la que almacenar visado, informes médicos, cartilla de vacunación y todo lo que tenga que ser encontrado de manera rápida y, sobre todo, no ser perdido de manera rápida.
- Otros: sábana, saco de dormir, mosquitera... Aunque parezca que pesan y abultan, son estas cosas que quizás si merezca la pena cargar con ellas.
- Equipamiento veterinario: esta es la parte que más me gusta. La veterinaria ha evolucionado exponencialmente en las últimas décadas. Pero ni antes ni nosotros en un PVD tenemos RMN, Rx, eco, PCR ni tantas siglas. Tenemos ojo clínico, y es algo que tenemos que practicar y desarrollar hasta convertirlo en nuestra herramienta más útil. Llevar lo básico (mosquito, tijera, termómetro y fonendo) y recordar que todo lo que llevéis es susceptible de quedarse en la ONG cuando veáis sus carencias. Tocad, palpar, oler y observarlo todo, porque es lo que os permitirá despertar esos conocimientos aletargados entre tanto APPCC, reacciones de Maillard, sistemas de producción y Reales Decretos.
Como recomendación, yo preparo un pequeño dossier con las enfermedades más prevalentes, su tratamiento, adaptado a los medios del centro y aquellos protocolos innovadores que pueden aplicarse en las condiciones de trabajo.
Nosotros sumamos a nuestro equipaje algo que nos llena de orgullo. El decano nos ha dejado en custodia la bandera de la UCM que llevaron a su expedición al Líbano. Estamos tremendamente felices y orgullosos de ser abanderados de esta casa tan lejos de casa. Ya la veréis en muchas de nuestras fotos, que serán muchas.
Y, por último, meter en la maleta lo más importante: ilusión, ganas y vocación. Y kleenex, los kleenex siempre vienen bien!
Sawat di khrap!
Martha Pedraja