28 NOV 2025 - 15:33 CET

Nuestra compañera la Profesora Dra. María Villalba Orero, especialista en cardiología equina lideró la primera implantación de un marcapasos en un caballo en España, una intervención pionera realizada en el Hospital Clínico Veterinario Complutense con la participación del equipo de Cardiología Equina CoreLab-UCM, el Servicio de Cirugía, Anestesia e Imagen Avanzada, y la colaboración de Boehringer Ingelheim, en el marco de un convenio para impulsar la investigación y la innovación en el ámbito cardiovascular veterinario.

El paciente fue Joker, un potro de tres meses de edad, que vino al Hospital Clínico Veterinario procedente del Hospital de la Universidad de León, con un cuadro de debilidad y dificultad al caminar que inicialmente parecía de tipo neurológico, pero que luego se comprobó que la causa era un corazón incapaz de latir con regularidad. La opción terapéutica fue la implantación de un marcapasos.

Desde el punto de vista técnico,  en el tratamiento de un potro hay un factor de riesgo añadido: el estrés que le genera a un potro separarse de su madre. Esto afecta también a la recuperación anestésica de los caballos, un momento muy crítico. Al poner un marcapasos, es necesario que los movimientos del potro no sean bruscos, sobre todo las primeras 48 horas o la primera semana.  Otra dificultad técnica fue hacer un abordaje desde el cuello y llegar al corazón, ya que la longitud del cable  constituyó un factor limitante. Además, Joker tenía tres meses e iba a crecer, con lo que la longitud del cable había que calcularla para que cuando llegue a los 12 meses y duplique su peso y tamaño el cable siga en su posición y no se tense.

En España, esa técnica no se había hecho. En casos previos vistos por la Dra. Orero, que se podían solucionar con un marcapasos, el animal moría o se le practicaba la eutanasia para evitar su sufrimiento.

Enhorabuena a María y su equipo.